ESPALDAS
“Mi amor que sólo tienes la cara del amor”
-Raul Gustavo Aguirre-
No la levantes ni la alces,
¡ni te vuelvas siquiera!,
no la dejes caer de la ignorancia,
de la cosita mínima,
no la mires de frente ni la preguntes
no sea que un golpe de tos
la interponga, o una creencia,
o demasiado tiempo, o poco.
No la pongas carteles
¡ ni la mires!,
o si quieres tócala,
ni siquiera la des una postura.
No la saques de la palabrita,
del cotidiano, ni la repitas.
No la enseñes el castigo,
la insolencia, la sospecha,
déjala a ella sola, aquí conmigo.
No la cierres, ni la acabes,
mañana lo sabrá, lo habrá sentido.
No la llames al deshecho,
la picadura, la sorda, la enemistad, el adivino.
No la pongas a mirar a la luna, los amantes,
¡no la niegues!
o los celos, la espalda, el gran error,
lo intransitable que puede querer ser.
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