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«Todo me es más que memoria»·

«Todo me es más que memoria»·
-L. Aragón-













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sábado, 20 de febrero de 2010

LA IDEA




LA IDEA










“Tenía ya la edad que tengo”

-André Bretón-






La vida son estas corolas flotantes
donde unas trenzas abandonadas aún jadean,
un dedo muy pequeño tumbado al sol.
Son las idas y venidas
con un balón de níquel en las manos.

He traído mi infancia a este lugar
inclinada en mis rodillas,
su peso de agua y de jardín
me hace pensar, a todas horas,
en los péndulos claroscuro,
y los círculos que giran y giran sin parar
sobre una fuente de viaje.
Las casas de piedra que recuerdo
son películas filmadas en blanco y negro
y el corazón es una baraja donde juegan
el As del miedo,
el As del túnel,
el As de copas y el As del día y de la noche;
el As de siempre,
el As del pensamiento y el volverás.
El As de las abejas
en el verano del paraíso.





















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martes, 12 de enero de 2010

SI TE DEMORAS

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SI TE DEMORAS















Si te tardas,
si tan sólo te llegas después de la esperanza,
si vacías tu sombra de ti mismo
para ser más irreal,
y apareces después merodeando las alturas
en un rastro de blancura
donde escribe la muerte su diario...

Si te encuentro por los márgenes perdidos
¡nunca tú!

Si te llamas escéptico y mentira
y tu nombre lleva signo de batalla,
de irremediable todo
y te inscribes en los cuadernos azules
donde borda el silencio sus lágrimas de fuego...

Si te borras con la lluvia
y te rompen los adverbios de la rabia
que me obliga a ser blasfema y creador
y te cuento con un día y dos suspiros
y me apremia el infinito donde tiendo,
inexactos,
los fragmentos que me quedan
cuando soy este sollozo permanente,
esta terca manera de quebrarme,
este largo temblor de marioneta…

Si me instalo como un lobo sin guarida
en la silla más cercana a tu niñez,
y te rezo y cae el cielo,
¡y no llegas!
¡y te tardas!
porque has vaciado tu sombra de ti mismo
y eres ya tan irreal...
que podría tocarte
con la punta de mi muerte.
















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CORTADO ANTES DE QUE FLORECIERA





CORTADO ANTES 

DE QUE FLORECIERA




«Y esto te lo digo a ti,
a ti que cuando sonríes haces pensar
en el comienzo del mundo»


-Vicente Huidobro-







foto, 22 de noviembre






De todas formas
abandono todo lo que no sea voz y te traiga,
en medio del asedio,
todo lo que no sea calle
donde,
desde hace siete días,
estás cortando el aire a campanadas.
Abandono esta orilla confusa donde jamás has existido,
este agua que ni siquiera moja,
este diluvio subterfugio.
Reniego de esta lágrima prófuga,
este redoble de silencio
que cae en el centro del pecho del domingo
y lo hace trizas.
Abandono esta forma de decir
que se engalana de lunas y de escombros,
este virus activo que ni mata
ni deja de matar,
este aviso por última vez.
Abandono la eterna muralla
que amenaza el amor.

Me remito a tu pelo
crecido en un bosque sin mapas,
me remito
a la canción de incertidumbre
que levantan tus manos,
a rastrear tu idioma
de signos, claveles y sellos.
Me propongo
desesperar esta manera de peces ahogados.

¡Cortado!
¡Caído!
¡Deshecho!
como un suspiro que haya querido sucumbir
a causa
de la fatiga de los pájaros.

Quizás estés ya muerto
y esté rodando tu equipaje a lo largo
de un aeropuerto sin edad,
quizás estés llegando entre los agujeros de la escarcha.
Quizás estés muy solo,
inmensamente ausente
y no encuentres la forma de ser de nuevo tú.
Abandono
todo lo que no sea alma
que encienda de nuevo tu sonrisa
y te traiga.








PATRIA DE AMOR








PATRIA DE AMOR






foto,  22 de noviembre





Al Este, tus dedos de coraza...












HASTA QUERER PERDERSE








HASTA QUERER PERDERSE






foto, 29 de diciembre de 2009






Qué me importa la cálida lluvia
si no fuera
porque insiste
sobre el contorno indiferente de las cosas,
que de otro modo, no podría nombrar.
Si no fuera
por ese sonido continuo de tacto insobornable
que cae, delicadamente, mirando hacia otro lado
y sin embargo deja las cosas tan desnudas,
tan dentro de sí desamparadas,
todas las cosas.
El desolado mundo que sufre en su destino
su destierro, y la noche, como yo,
que insiste únicamente para poder nombrar
el encuentro en el barro,
que vive pendiente nada más de rescatar,
entre las láminas de luz los átomos
que ardieron en caricias
y el discontinuo golpe en el frío,
un perderse continuo entre los ecos,
porque al final, no quedará constancia de la voz,
de los ojos que brillaron con fragor en la apariencia,
del mediodía que al final
ya no soporta más tantas agujas al pleno corazón,
en pleno predominio de tanta realidad,
de tan querer nombrarlo todo,
que hasta lo más perdido parece estar aquí
testimoniando nuestra vida.
Qué me importan a mí el orden infalible
del día y de la noche, si en la mitad del sueño,
un huracán puede asolar desde las ondas más remotas
cualquier país amado a cal y canto,
y aunque cultivo y veo oscuridad
y deambulo sonámbula en la sombra
es arbitrario su color de pintura desgastada,
efímero su olor a tiempo.
Estoy aquí tan sólo
para rasgar el nombre de las cosas,
abrir las manos con los ojos cerrados,
completamente a ciegas.
Si me sirve la lluvia,
es por este calor, al fin impenetrable
de la vida,
desubicada forma,
que lo resume todo.










DEJAD QUE OS MUESTRE



DEJAD QUE OS MUESTRE






foto, 11 de enero de 2010





Sólo así me pertenece, del fondo de estas aguas,
la cavidad de mi puño,
este vínculo cerrado
que jamás
derribará la noche.
La resistencia que nunca paseó por calles
sin haber permanecido entre la opacidad del barro
y el mudo confinamiento
de rótulos de alquitrán.

No como musgo sensitivo,
no como ala de las nubes
o antena del desierto.

El tiempo repite sus concéntricos equívocos,
no descifra
este cúmulo de imprecisiones,
este giro antepasado de sí mismo
de huesos anatómicos
y átomos con brillo de tormenta.

Nada se mueve en la cavidad de mi puño
ni justifica este socavón que yace
bajo un lecho de mayúsculas,
en cuyo fondo,
supuran las elaboraciones.

Queda una edad de pálpitos perdidos,
hematíes y orgánicas canteras
donde el agua destila
su prehistórico oxígeno.
Queda un temple,
un ansia,
una fractura que jamás
encontrará sus dimensiones.




NO TE RECUERDO ENTERA



NO TE RECUERDO ENTERA





foto, 11 de enero de 2010





Es una calle con alma y con oídos
llena de irrealidad en su actitud de calle,
un cargo de destino la silencia y la oprime,
la amenaza y la borra.
Cuenta su cifra transeúnte como viejas demencias,
huracanes de polvo se han llevado
su mirada de búho y su pulso de murciélago,
a la hora del sol
es tan sólo una helada cabeza que aguarda indiferente. . .
y se piensa,
y se sabe,
y me espera doblada en cada paso
con un fusil entre las sílabas.

Ahora que te recuerdo, artista de la contradicción,
con todo el odio de no ser ya tú misma,
con tanta maldición para tu desmemoria,
te enuncio así,
de esta manera que te reclamo un alma,
una lealtad que nombre mi desbaratamiento
llamando a tu cemento, a tu estatuto
y tu placa.

Te suplico los nervios y la risa,
no tu espectro de mueca indiferente,
tus luces partidas, tu saldo callejero
y el intersticio
donde te das la vuelta y te cruzas la razón
y dejas caer en mis rodillas
las preguntas que arrastras del insomnio.

¡ No sopeses medidas,
no exhibas tus sentencias,
no ordenes mis verdugos en un bloc!

No te eximas del peso y la condena
de límite y de miedo,
te reconoceré de todas formas
aunque tú estés ahí mirando por encima de mi hombro,
espiándome,
ya en otra realidad.








ALMA DE ACERO




ALMA DE ACERO









foto, 11 de enero de 2010





Si lloviera y la lluvia fuera roja
pensaría que los tejados se han prendido
y que el agua tiene fraguas y tizones
escapados de un incendio,
pensaría que el fuego
le roba los colores a la lluvia.

Pero mi corazón es un pagano, un impío,
un vasallo que saquea y abandona.

Si leyera en las palmas de los lobos
interpretaría los juramentos de las víctimas,
la sordidez y la resignación
que recorre los desiertos.

Pero mi sueño es imposible, y las estrellas,
albergan oscuras intenciones.

Si pudiera desprenderme de los ritos de la niebla
comprendería las injurias, el origen de los ecos,
la impasible ordenación del universo.

Pero no son rojas las balas
las que dispara el aire,
el aire se confunde,
y mi alma está en el cuero del combate
con un escudo ciego.